Un elemento significativo del cuarto Evangelio es una serie de expresiones en las que Jesús utiliza un enfático «YO SOY» para introducir enseñanzas importantes sobre su persona. En griego, por supuesto, el sujeto personal del verbo no se expresa normalmente: la forma verbal aclara por sí sola quién es el sujeto. Pero si se desea enfatizar el sujeto, entonces se usa el pronombre apropiado. Lo que hace esto tan importante en Juan es que encontramos una utilización similar en
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